Escucha… hay un llamado y puede ser para ti

Escuchando música en aleatorio tocó el turno a The Call (La llamada) de Regina Spektor - si no la has escuchado te la recomiendo - es una canción de hace bastante tiempo, pero en su momento recuerdo escucharla mucho porque en sus letras reflejaba lo que sentía cuando por primera vez supe sobre la Jornada Mundial de la Juventud mejor conocida como JMJ. Una llamada, que es una invitación a este evento internacional donde miles de jóvenes se dan cita en un ambiente de oración, encuentro, música, arte, deporte, catequesis y convivencia internacional donde se comparten testimonios de fe.

La historia de la JMJ comienza cuando el domingo de Ramos de 1984 el entonces Papa San Juan Pablo II convocó a los jóvenes por el jubileo de los jóvenes, se pensaba que irían 60,000 mil jóvenes; muchos respondieron al llamado de manera inesperada, asistiendo para ese entonces 250,000 mil jóvenes. Al año siguiente se repite la experiencia ahora con 300,000 mil jóvenes.

La respuesta a esta llamada era obvia, los jóvenes buscaban el encuentro entre ellos y sobre todo con Dios y para 1985 el Papa San Juan Pablo II, mediante la Carta Apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del mundo, decide la institución de la Jornada Mundial de la Juventud. Así se han dado ya 16 JMJ en diferentes países y continentes.

Pero regresando al llamado, te contaba que escuché hace tiempo sobre este evento, escuché de la JMJ de Madrid en el año 2011, pero no pude ir porque no tenía los recursos ni el tiempo para juntarlos pues me enteré de esto casi a semanas antes de que sucediera, pero eso no fue un impedimento pues seguí los eventos por internet y si algo me impresionó fueron las muestras de Fe de aquellos peregrinos durante toda la jornada. Jóvenes convencidos dando muestras de su Fe; uno de los eventos que más me impactó sucedió durante la vigilia de oración, me impresionó el acompañamiento del Papa Benedicto XVI en medio de una fuerte lluvia. El Papa firme, como la roca de la iglesia, sin querer retirarse para terminar el momento de oración con los jóvenes, desde allí supe que debía ir, sentía ese impulso, ese llamado a hacer lo necesario para ir.

Gracias a Dios tuve la oportunidad de ir a la JMJ de Río de Janeiro 2013, fue totalmente providencial, todo se acomodó, permisos de trabajo y recursos económicos. Al llegar ahí el recibimiento de las personas, su calidez y el experimentar el encuentro de tantas naciones unidas por una sola Fe fue impresionante. Recuerdo especialmente el momento de oración frente al Cristo de Corcovado, tan inmensa -mide 30 metros- pero creada al final por el hombre, entonces pensé en la inmensidad de Dios, me sentí muy afortunada, llena de humildad y muy amada porque todo un Dios me muestre amor.

broken image

Siguió la JMJ de Cracovia 2016, un enorme regalo visitar la tierra de San Juan Pablo II, caminar por las mismas calles y visitar su casa, la barrera del idioma a diferencia de Río fue desafiante, el idioma polaco es muy diferente pero no impidió el poder sentir la caridad, la Fe y fidelidad del pueblo polaco, fue una jornada que llevo en el corazón.

broken image

Estas fueron las JMJ que tuve la oportunidad de vivir, la última JMJ fue en Panamá en el año 2019, pero ahí no pude ir, varias circunstancias sucedieron que no lo permitían, pero quiero compartir lo que una amiga vivió ahí, su nombre es Yolidy Navarro, es de Colombia, la conocí en Hagamos comunidad y para que también tú conozcas su experiencia le hice las siguientes preguntas:

¿Cómo conociste la JMJ?

Conocí la JMJ a través de las redes sociales cuando fue la de Cracovia, porque sigo a un par de esposos que fueron como peregrinos y a un sacerdote que fue voluntario, ellos en sus redes sociales iban compartiendo cada detalle de la vivencia y me resonó mucho al ver tanta gente joven ahí.

¿Qué te hizo decidir el ir?

Fue muy curioso el decidir ir porque lo hice a último momento en medio de una fuerte crisis espiritual y emocional, desde que vi que la próxima era en Panamá, aseguré que quería ir, pero solo de boca porque luego lo olvidé y cuando se acercaba el momento del cierre de las inscripciones, sé que fui movida por Dios para tomar la decisión pues necesitaba hacer un paro en todo lo que estaba pasando en mi vida y dejar de mirarme a mí, para así girar la cara a Jesús y al prójimo; cuando tomé la decisión, fui a ver los vídeos de las experiencias de las personas que fueron a Cracovia, lo cual me conmovió mucho para así el participar como voluntario y al final me postulé en la última semana de inscripciones ¡justo el último día! A las pocas semanas recibo un email donde me confirman mi participación, no cabía de la alegría y de la inquietud porque sabía en mi corazón que se venía algo grande.

¿Qué impacto te dejó el ir a una JMJ?

Me atrevo a decir que el ir me permitió dar un salto más grande en mi caminar cristiano, como una segunda conversión, antes de ir estaba en una tibieza, me sentía sola viviendo la fe, pero pude conocer a tantos jóvenes y adultos que luchan y llevan una vida conforme a lo que Dios pide que desde ahí supe que tenía más compañeros de camino al cielo.

broken image

Fue la primera vez que pude despojarme de tantas vanidades y frivolidades y pude abrir mi corazón para compartir con quienes incluso no hablábamos el mismo idioma. Me impactó saber que la Iglesia Católica está viva y llena de mucha esperanza y me impresionaron tantos testimonios de nuevos amigos, las conversaciones, personas que iban en actitud de discernimiento para sus vocaciones y la vivencia diaria de los sacramentos. También me emocionó mucho la presencia y la importancia del Papa Francisco para los más jóvenes y me marcó el saberme acogida por la Providencia de Dios, pues tenía inconvenientes con los permisos de trabajo para asistir, así que le ofrecí al Señor que, de no obtenerlos, renunciaría e iría a servir en el voluntariado y unas semanas antes sin más me dijeron que me otorgaban el permiso y lo mismo sucedió con el recurso económico pues era limitado y en días previos recibí el respaldo que necesitaba para viajar.

broken image

Las jornadas, un viaje de peregrinación donde más allá de conocer otra cultura, otro país a veces otro continente, es poder vivir de frente la grandeza y hermosura de la Iglesia Católica.

Para cerrar estas preguntas, es importante decir que para Yolidy y para mí nos toca el turno de JMJ Lisboa y estamos muy felices pues podremos conocernos después de haber podido compartir nuestras experiencias en jornadas anteriores.

Vamos con el corazón dispuesto, eso es lo que más podría aconsejar a quien va una jornada. Vivirla con un corazón abierto a las maravillas que puede dar Dios y que por más planes que hagas, por más ideas de lo que piensas que harás allá, Dios sale al encuentro y sorprende, lo esencial es disfrutar el momento y guardar como María en el corazón lo que se vive.

Si no irás a Lisboa o recién te enteras de que es una JMJ te invito a que la sigas por las cuentas oficiales de la JMJ, los enlaces te los dejaré aquí abajo para que sigas su transmisión por diferentes medios católicos, será del 1 al 6 de Agosto y escucha atento, tal vez ahí puedas encontrar tu llamada para la siguiente Jornada.

Carolina Torres con colaboración especial de Yolidy Navarro

Fuentes: