La belleza os hará libres

Ayer en la noche tuve una conversación con un amigo, a quien le confesé que me duele ver como personas cerca de mí, se hacen daño con los conceptos engañosos que la sociedad ofrece para llenar vacíos, haciéndonos creer que ésa es la auténtica libertad.

Entonces, recordé a Leah Darrow quien escribió »The other Side of beauty» ella comparte su experiencia siendo ex participante de America’s Next top model y su vida, como super modelo en Nueva York, suena como la representación de lo que la sociedad nos muestra como felicidad: amarte y aceptarte a ti mismo.

Una vez alcanzando todo eso, conoceremos la felicidad plena, disfrutaremos la libertad. Todos nos amarán y aplaudirán. Sí, lo que siempre deseamos: estabilidad y aceptación.

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Un fórmula excelente que viene de un sociedad que necesita renovarse constantemente para no morir…
Y creo que ahí, comenzó mi tristeza, veo gente a mi alrededor tratando de readaptarse una y otra vez, sumando, quitando, moviendo… es imposible encontrar aceptación en el cambio constante, no hay paz y estabilidad en arenas movedizas. Necesitamos una roca firme que ofrezca seguridad.

Todo está cambiando tan rápido, que aceptamos todo sin cuestionarlo porque no hay tiempo para ello.

Leah, experimentó ése agobio, buscaba ser lo suficientemente atractiva para ser contratada por las mejores marcas y diseñadores, haciendo lo que sea para tener los reflectores que validaran su belleza física.

En el primer capítulo de su libro »El mundo y su definición de belleza» utiliza su conocimiento sobre la industria, para ayudarnos a reflexionar sobre lo que es la verdadera belleza y como la ropa, maquillaje y grandes marcas no era lo que necesitaba. Pues la importancia que queremos resaltar de nuestra belleza física no nos da valor, pero ¿qué tiene de malo? si nosotros mismos, con nuestra libertad elegimos adaptarnos a las modas ¿por qué nos sentimos tan vacíos?

Ella cuenta, que en cierta ocasión, en una pasarela, rodeada de caos por maquillistas, diseñadores, fotógrafos, etc, el encargado, nota que no hay suficientes modelos para la cantidad de prendas que necesitan mostrar, entonces grita »¡Necesito más ganchos!» Leah, se percató de que para ése mundo no es otra cosa mas que un gancho donde se pone la ropa que alguien más soñó y diseñó. No fue mucha su molestia, pues estaba cumpliendo sus sueños también, ese era el costo que tenía que pagar por alcanzar su estatus deseado.

Estaba buscando la belleza porque creí que ser bella me salvaría. Creía que ésa belleza me daría todo lo que siempre quise.
No estaba mal, pero estaba persiguiendo una belleza errónea

 

¿por qué seguimos los consejos de belleza que ofrece el mundo si son los primeros que nos invitan a rechazar nuestra propia naturaleza? seguimos a tantas celebridades en redes sociales que nos invitan a amarnos, pero la gran mayoría ha caído en depresión, drogas, anorexia, suicidio. No entiendo, se supone que la fórmula para ser feliz y libre es amar tu propia belleza justo como ellas me dicen ¿por qué no les funcionó? ¿Qué está fallando en ésa fórmula?

Necesitamos vulnerabilidad auténtica, una humanidad que no se restaura desde la propia humanidad, no como aquella que utilizan las grandes marcas para vender a través del dolor y los defectos. Así es, primero nos dicen que no tenemos defectos ¡somos bellos! para luego vendernos productos a costa de ¡es normal tener defectos, yo que soy famosa también los tengo, por eso deberías comprar mi nueva línea!


No importa cuántas veces nos veamos al espejo y nos abracemos diciéndonos »eres valioso, me amo» porque eso nunca será suficiente, estamos rotos y no podemos buscar la solución justo donde está el problema. Tampoco digo que seamos un problema, simplemente somos humanos, no existe una clave, que venga de nosotros, para amarnos los suficiente y sentirnos plenamente bellos.

Somos una vasija de barro, frágiles, imperfectos, insuficientes, que necesitamos reconocernos como vasijas para comprender que hay un tesoro, que no es suficiente el abrazar la vasija para que se sienta feliz con lo que es, sino que, si entregamos ésa vasija al alfarero, Él va a tomar con amor nuestra la fragilidad y usarla para el bien común.

No pido que te martirices y te sientas menos ¡al contrario! hay una buena noticia: no tienes que seguir el estatus de satisfacción y plenitud que te diga el mundo. Allá afuera todos se odian, se critican, se detestan, esos son los mismos que te dicen cómo amarte ¿Por qué entre mas nos miramos a nosotros mismos más nos odiamos?

Creo que ahí está la falla, nos estamos mirando demasiado, muy Yocéntrico. Yo al centro de todo y de todos.

Qué tal si enfocamos los ojos, sin dejar de ignorar nuestro dolor, pero mirando hacia afuera. Ahí, en la donación de nosotros mismos (nuestro tiempo, talentos, miedos, alegrías) se multiplicarán las gracias, no habrá tiempo de analizar defectos porque solo habrá lugar para amar la esencia de los demás, ésa belleza nos hará libres.

Aquí alguien te puede explicar cómo es que en la donación encontramos verdadera belleza