En la vivencia de la Fe, las problemáticas actuales como la crisis económica, las guerras, la pobreza y el cambio climático, nos pueden inquietar y así, preguntarnos ¿Qué puedo hacer como Cristiano y/o Católico ante estas circunstancias?; bueno, abordar esta pregunta para cada una de estas problemáticas puede resultar muy interesante y extenso a la vez; sin embargo, quisiera detenerme en una de ellas, el cambio climático y el cuidado de nuestra Casa Común.
El 24 de mayo de 2015, el Papa Francisco publica la encíclica “Laudato Si”, en este documento el Papa nos explica la importancia que cobra el cuidado de la Casa Común en la vivencia de la Fe, debido a que la crisis ambiental que sufrimos hoy es solo un reflejo de lo que somos, dicho esto con las siguientes palabras: “La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.”
Acerca de esta reflexión, resulta impactante como la humanidad (nosotros) por muchos años ha buscado y practicado soluciones externas a las problemáticas ambientales, sin darse cuenta de que el pecado que ha causado heridas que pueden verse plasmadas en prácticas como el consumo y la inmediatez, actitudes que son la raíces de la degradación del medio ambiente y su vez que nos convirtamos en victimarios y víctimas de estas problemáticas, como lo dijo el Papa Francisco.
La destrucción del medio ambiente, la cual se lucha todos los días por detener, es un hecho lamentable debido que como nos los recuerda el Papa Francisco, Dios creó al ser humano por amor con una “inmensa dignidad” a su imagen y semejanza (Génesis 1, 26), tanto así que cuando nos creó Dios vio que era “muy bueno” (Génesis 1, 31) y al tener la certeza que cada uno de nosotros somos queridos, amados y necesarios como lo enfatiza el Papa, también se nos recuerda que de acuerdo a los relatos bíblicos, nuestra existencia se encuentra conectada con tres relaciones fundamentales: con Dios, con el prójimo y con la Tierra.
Sobre la relación con la Tierra, en el inicio Dios después de crear al hombre entregó la tierra mediante estas palabras: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.”; luego del pecado original, esta relación se fragmentó, convirtiendo la relación con la Tierra en un conflicto (Génesis 3, 17-19), como lo señala el Papa , esta relación tormentosa que sostenemos con nuestra Casa Común puede verse en problemas que se desarrollan en el primer capítulo de “Laudato Si” como lo son: el cambio climático, la contaminación por las basuras, el agotamiento de los recursos naturales (por ejemplo la crisis por el agua), la pérdida de la biodiversidad, el deterioro de la calidad de vida, la desigualdad en la población, la debilidad en las reacciones (falta de soluciones concretas) y la diversidad de opiniones sobre los problemas ambientales.
Pese a los problemas ambientales que enfrentamos, la Iglesia mediante el Papa Francisco estudiando la raíz de estas problemáticas, propone las siguientes soluciones en “Laudato Si” para abordar los daños a los que hemos estado sometiendo a la casa común en los capítulos 4, 5 y 6:
- Una Ecología Integral: El Papa Francisco plantea que miremos la ecología como un todo, que no se mire por separado los problemas ecológicos y los sociales, sino que se mire como “una sola y compleja crisis socio-ambiental”, ello debido a que los seres humanos interactuamos con el medio ambiente y dicha interacción depende de las realidades humanas como los problemas familiares, laborales, urbanos y la relación de cada persona consigo misma. Es por esto, que no es posible pensar en los problemas ambientales de forma aislada con el ser humano.
Sumado a esto, no podemos dejar de lado que la ecología vista como un todo también nos debe mover al cuidado de la riqueza cultural de los pueblos, acercando al lenguaje de los pueblos las soluciones a las problemáticas ambientales y por último, no es posible ver la ecología como un todo sin la noción del principio del Bien Común, como lo señala el Papa Francisco, el cual consiste en velar por el respeto a la persona humana, sus derechos básicos, procurando el bienestar social.
- Líneas de orientación y acción: El Papa Francisco desde una órbita internacional nos propone las siguientes acciones:
- Consenso mundial que lleve a proponer soluciones como programas de agricultura sostenible, desarrollo de formas renovables y poco contaminantes de energía, gestión adecuada de los recursos forestales y marinos y el aseguramiento de todos al agua potable.
- Planteamiento de una normatividad que permita establecer conductas que lleven a la práctica del bien común.
- Entablar un diálogo con todos, que permita una participación informada sobre las problemáticas ambientales y sus soluciones.
- Colocar al servicio de la vida humana, la política y la económica, reconociendo sus errores e interactuando para conseguir el bien común.
- Exhortar a los creyentes a ser coherentes con su Fe, abriéndose a la gracia de Dios y “a beber en lo más hondo de sus propias convicciones sobre el amor, la justicia y la paz.”
- Educación y Espiritualidad Ecológica: el Papa Francisco nos propone lo siguiente para vivir una Fe que nos permita reconstruir nuestra relación con la Tierra o como la llamaría yo una “EcoFe” :
- Ser conscientes que la realidad nos ha dejado vacíos grandes que en muchas ocasiones los llenamos con el consumo, el cual afecta el medio ambiente; sin embargo, el Papa Francisco confía que la humanidad es capaz de iniciar nuevos caminos hacia la verdadera libertad y eso se hace saliendo de nosotros mismos para ir al encuentro con el otro.
- Cultivar las virtudes de forma sólida, permitiéndonos tener una conciencia ecológica, cuya formación debe darse desde la familia.
En esta parte, el Papa resalta la importancia de la familia, en la cual se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, ejemplo de ello, es que en este núcleo se aprende “el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados”.
- El llamado a una conversión ecológica que implica, que se nos note las consecuencias del encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que nos rodea y para ello, como señala el Papa Francisco, se necesario que vivamos la gratitud y la gratuidad, lo que significa: reconocer al mundo como un don del Amor de Dios, un poner en marcha mediante la acción y el entusiasmo para resolver los dramas del mundo, un vivir una vida en sobriedad , dejando de “picotear aquí y allá”, ampliar nuestro concepto de la paz, comprendiéndola desde el interior y reflejándola en una vida equilibrada unida a una capacidad de admiración que nos permita vivir a profundidad, un poder reflexionar sobre nuestro estilo de vida para contemplar a Dios que vive entre nosotros, permitirnos amar a la sociedad y comprometernos con el bien común y la práctica de los sacramentos, como modo “privilegiado de cómo la naturaleza es asumida por Dios y se convierte en mediación de la vida sobrenatural.”
Como se puede observar en este pequeño recorrido por “Laudato Si”, el Papa Francisco nos anima a vivir como una “Iglesia en salida”, pero a partir de reconciliarnos con la Casa Común, viviendo una EcoFe mediante la práctica de los sacramentos que nos saquen de nosotros mismos para encontrarnos con los demás y así vivir el Amor y que eso nos mueva y nos llene completamente para no acudir al consumismo al que estamos sometidos y que lastima profundamente a la creación de Dios.
Finalmente, recordemos que la impronta del Cristiano es la Entrega, porque Cristo se entregó primero, revelándonos que no es posible vivir una Fe a solas y en la oscuridad, sino es que es necesario vivirla en comunidad y en la luz, amando a su creación y a sus hijos. Con estas palabras, los invito a que lean y se sumerjan en la encíclica “Laudato Si” y que vivamos una EcoFe actual y cercana.
Fuentes: Encíclica Laudato Si: https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html