Hace unos meses escuché la noticia de que la Iglesia Católica se está preparando para celebrar el Jubileo 2025 dándome curiosidad entender en qué consistía y descubrí que se trata de un acontecimiento histórico que lleva realizándose ya varios siglos y, además, su origen viene de la tradición judía (ver Levítico 25, 8-13). Ha sido así desde 1475, los Jubileos llamados “ordinarios” se convocan en intervalos de 25 años. Es así como el último Jubileo celebrado se llevó a cabo en el año 2000 bajo el pontificado de San Juan Pablo II.
El Jubileo, es un acontecimiento especial al que también se le conoce como “Año Santo”, ya que precisamente es un año de gracia, un tiempo ideal para experimentar el encuentro personal con Dios a través de su amor y su perdón. Vivir el Jubileo nos lleva a regresar a Él, el eterno enamorado que no deja de buscarnos.
Lo que me parece más interesante de este evento es el profundo significado de reunir a peregrinos provenientes de todos los continentes a lo largo del año, diversas culturas unidas por una sola fe. Más que una reunión de turistas católicos en el Vaticano se trata de acercarnos al deseo de Jesús, quien anhela que todos seamos uno (Jn 17, 21).
Para vivir mejor este Jubileo, la Iglesia nos pide intensificar la oración, es así que Monseñor Rino Fisichella nos comparte lo siguiente: “Vivimos una cultura que es muy tecnológica, parece que la tecnología nos ofrece todo lo que queremos, yo creo que la vida de oración puede ser un espacio en el cual se puede descubrir la humanidad de cada uno de nosotros, y también el sentido de nuestra vida“1. Por tanto, este 2024 estamos llamados a promover la oración, tanto personal como en comunidad.
Para el Jubileo 2025 existe un sitio web oficial (https://www.iubilaeum2025.va) donde podemos encontrar un poco de historia, datos interesantes, el calendario que se va a seguir, noticias relacionadas y la explicación de todo el simbolismo detrás de este gran evento, en verdad es una página muy completa que te invito a conocer, hay además una app disponible para descargarse en dispositivos móviles.
Para desarrollar el contenido espiritual del Jubileo, la Iglesia propone un título, en esta ocasión el lema elegido es “Peregrinos de la Esperanza”, y me parece que no pudieron elegir uno más adecuado para la realidad que el mundo actual enfrenta, basta con mirar a nuestro alrededor para encontrar situaciones que nos orillan a la desesperanza. Esto me llevó a pensar en los discípulos de Emaús, que caminaban tristes y desilusionados por la muerte de Jesús, habían perdido toda esperanza, como nos cuenta el pasaje del Evangelio: “Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Y, sin embargo, ya hace tres días que ocurrió esto (Lc 24, 21)” ¡No se daban cuenta que era Jesús mismo con quien hablaban, él iba a su lado!
A nosotros nos puede pasar lo mismo si nos dejamos cegar por la tristeza. Para mí, ser peregrinos de esperanza significa caminar impulsados por la certeza de que Jesús va con nosotros, a pesar de lo complicada que parezca la situación.
Anteriormente en otra entrada del blog, hablamos sobre María como nuestro modelo perfecto de esperanza, así que, en este andar por la vida que en ocasiones nos puede llenar de desaliento, repitamos con insistencia: María madre de Esperanza, ruega por nosotros. Nos toca seguir orando y ahorrando, porque si Dios lo permite, ¡nos vemos en Roma 2025!
Mariana Beltrán
Vatican News Español. (23 de enero 2024). Presentación del Año de la Oración. https://www.youtube.com/watch?v=8HclKJWjT8Q