Dejarse amar, el legado de

Chiara Corbella

Pero ¿quién era Chiara Corbella? Fue una joven de Roma que nació en 1984 y murió con tan sólo 28 años, es decir, hace poco más de una década, una mujer que donó su vida y cuyo testimonio va en contra de todo lo que nos vende el mundo moderno.

En este corto artículo hablaremos de lo extraordinario en lo ordinario a través de 5 situaciones de la vida de Chiara Corbella que responden a las necesidades del mundo actual.

El valor innegociable de la vida ante una cultura de la muerte

«El objetivo más importante de la vida es ser amado. Lo más importante no es lo que hagamos, sino nacer y dejarse amar».

Tomado de “Nacemos para no morir nunca”.

Cuando hablamos de Chiara es necesario hablar de sus dos primeros hijos, María y Davide, y de cómo Dios, por medio de las enfermedades de sus dos pequeños, fue tallando a esta gran mujer. En un mundo donde reina la cultura de la muerte, la historia de Chiara y su esposo Enrico es un baldado de agua fría. Abiertos a la vida desde el momento cero de su matrimonio, esta pareja entendió que a pesar de que sus dos primeros hijos, según el diagnóstico médico, eran incompatibles con la vida, no lo eran para la vida eterna.

El futuro es incierto, el presente es mi llamado.

«No nos consideramos valientes», dijo Chiara una vez, «porque en realidad lo único que hemos hecho ha sido decir "sí" paso a paso».

Tomado de “Nacemos para no morir nunca”.

Dicen que la ansiedad es el excesivo anhelo del futuro. En la actualidad todo está avanzando a un ritmo acelerado y en consecuencia nuestra vida está siempre en pos del mañana, y a pesar de que estamos repitiendo la famosa frase “vive el presente”, sentimos cómo el futuro nos devora. Entonces, cuando pensamos en Chiara y en cómo vivió su enfermedad, es imposible no imaginarnos el miedo que pudo tener frente al futuro.

Aquí es donde vamos a aprender algo, la estrategia de “las tres p”, es decir, “Pequeños Pasos Posibles”, en esto consiste nuestra vida, en esto consiste nuestro peregrinar, en decir sí paso a paso, en dar día a día esos pequeños pasos posibles. Frente al ansia del futuro, vivir el hoy con un corazón desbordado.

El abandono contra la autosuficiencia

«Para escuchar a Dios hace falta: aceptar no entender, estar dispuesto a sufrir, renunciar al mal, es decir, elegir (el bien)».

De los apuntes de Chiara.

«No lo entiendo, pero lo acepto».

Tomado de “Nacemos para no morir nunca”.

Ante la imagen moderna de un hombre todopoderoso, autosuficiente e independiente, Chiara nos enseña el valor de dejarnos amar, de abandonarnos, pues fue así como ella aceptó libremente su pobreza, su dependencia. De esta forma, ella supo que le pertenecía a Otro. Fue su enfermedad la que le permitió experimentar la necesidad que tenía no solo de Dios, sino también del prójimo y su sufrimiento le permitió vivir la bendición de dejarse amar por completo.

El anhelo de una verdadera eternidad

«Todo lo que no te hace ver la eternidad que viene después, lo que te cierra la perspectiva a este mundo, no te habla de Dios, sino de un semi dios».

Tomado de “Nacemos para no morir nunca”.

En una sociedad dónde la búsqueda de la “eterna juventud” se hace mucho más latente, dónde las modificaciones corporales son el pan de cada día y donde Huxley se ha convertido en profeta, nos encontramos con Chiara, una joven que a pesar de su corta edad murió no solo en paz sino con una sonrisa en su rostro, porque no fue solo en su vida sino principalmente en su muerte dónde nos demostró el anhelo de eternidad con el que cada uno de nosotros estamos llamados a vivir.

El amor como respuesta a un mundo herido

«No se vive porque se respira, sino porque se ama. La vida solo tiene sentido si te gastas por el otro».

«En el amor no se puede ser mediocre ni mucho menos vivir de rentas».

Tomado de “Nacemos para no morir nunca”.

Ante un mundo llagado la única respuesta que puede existir es el Amor. Esto es algo que Chiara tenía muy claro en su vida, pues a pesar de su enfermedad, su hogar y su misma vida siempre fueron un refugio seguro para aquellos que lo necesitaban. Como decían sus amigos “quien está con los Petrillo siempre vuelve a casa consolado y agradecido”.

Pues este es el misterio del que se ha dejado amar profundamente por el Amor: ser capaz de darse en medio del sufrimiento, entregarse al otro en su propia nada, como escribieron Simone y Cristiana en su biografía, “ser alguien que pertenece a otro. Saber que es de Cristo, que depende de él, permitía a Chiara ser lo que era...

Darse es la única posibilidad verdadera”.