¿Entonces debo dejar de comer carne?...

Hoy quiero hablar sobre la visión cristiana del cuidado de la tierra, soy Ingeniera ambiental y por

cuestiones de mi trabajo me toca sentarme y explicar el cambio climático a diferentes tipos de

personas, además de ofrecer soluciones ante el impacto negativo que aporta la industria; me he

dado cuenta de que lo que más interesa oír a las personas es la parte de las soluciones y de

igual manera, cuando comento mi carrera siempre me hacen dos preguntas: 1. ¿Si el cambio

climático es cierto y 2. ¿qué podemos hacer? , respecto a estas dos preguntas he podido ver que

a las personas les interesa oír las soluciones para contrarrestar el cambio climático, esto me llena

de gran esperanza.

 

Mi respuesta ante la primera pregunta es que esta no importa si el cambio climático existe o no y

que no interesa entrar en este tipo debate y pelear, ya que tú puedes sentir las consecuencias

del cambio del clima y del uso desmedido de los recursos naturales. Hagamos el siguiente

ejercicio,

¿sí?:

 

Recuerda cuando tenías 5 años, ¿Cómo era el ambiente en ese entonces?, y seguro había más

árboles, la presión del agua en tu ducha era más fuerte o tal vez no recuerdas tener tanto calor

como ahora y luego de ello, habla con los abuelos de tu comunidad pregúntales cómo ha

cambiado el ambiente, claramente ya no llueve como antes.

 

Ya entrando en la segunda pregunta ¿Qué podemos hacer?, es necesario decir que hay dos

extremos, un grupo de personas que no creen en que se puede hacer un cambio verdadero y el

otro que entra pánico que cree que todos debemos ser veganos, no bañarnos o incluso hacerle

una guerra al plástico y estas dos posturas, nos pueden llenar de desesperanza, pero no

olvidemos lo que dice en San Mateo 6:26 “Fíjense en los pájaros, que no siembran ni cosechan ni

andan guardando comida, y el Padre celestial los alimenta. ¡Para él ustedes valen más que

cualquier ave! Además, ¿qué gana uno con preocuparse?; ¿podemos acaso alargar nuestra vida,

aunque sea una hora?”

 

Dios ha creado el mundo de una manera tan perfecta que la naturaleza pueda sobrevivir, el

científico Peter Wohlleben, en su libro La vida secreta de los árboles menciona que: “Cada

especievquiere sobrevivir, y toma de los demás lo que necesita. La naturaleza es despiadada, y

la únicavmanera que el sistema no colapsa es porque hay salvaguardas en contra de aquellos

que tomanvmás de lo que es debido. Y una de estas limitaciones en la genética: si un organismo

es muy avarovy toma mucho sin dar nada a cambio destruye lo que necesitaba para su propia

existencia y muere.”

Acerca de la cita anterior, los seres humanos estamos tomando y demandando más de lo que

necesitamos, el desarrollo desmedido ha creado desigualdades y los pobres son los primeros en

sufrir las consecuencias a pesar de no ser ellos los mayores consumidores, sobre este contexto

el Papa Francisco llama a la reflexión de esta situación y la compara con la torre de babel,

debido avque un desarrollo de querer más y más al final solo termina separando a la humanidad.

 

Entonces, lo importante aquí, es que el ser humano tiene la capacidad y el poder de crear

soluciones y al ser creación de Dios, hechos a su Imagen, no somos una plaga, pero en nuestra

libertad debemos de vivir cuidando los recursos naturales ya que están a disposición de

nosotros (Gen1, 28). Es aquí donde la iglesia nos da respuestas y nos invita a la eco conversión y

este término no se lo invento el Papa Francisco en laudato si, claro que lo uso como base, pero

este término fue utilizado por primera vez por San Juan Pablo II en su audiencia general del 17 de

enero del 2001.

 

Según el Movimiento Laudato Si´ la conversión ecológica, es un proceso de reconocimiento de

nuestra contribución a la crisis social y ecológica y de actuar de manera que alimente la

comunión, esto es sanando y renovando nuestra casa común.

 

En la encíclica Laudato Si’ presentada el 24 de mayo de 2015, en su numeral 220 expone que la

conversión supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un cuidado generoso y

lleno de ternura. Además, en esta encíclica el Papa nos habla de que esta conversión implica

gratitud y gratuidad, es decir, entender a nuestro planeta como un don recibido del amor de

Dios, y esto implica que en nuestra vida es necesario tener actitudes gratuitas de renuncia y

gestos generoso, sin la necesidad de recibir reconocimientos.

 

Sumado a las actitudes que debemos tener con nuestro planeta, es importante que adoptemos

una conciencia amorosa que nos permita conectarnos con todas las criaturas y una preciosa

comunión universal, ya que, como creyentes, estamos llamados a desarrollar nuestra creatividad

y capacidades peculiares para resolver los problemas del mundo, sin que implique vernos con

superioridad, sino como una responsabilidad que brota desde la Fe.

 

Ahora enfocando en nuestras acciones diarias que podemos adoptar para el cuidado de nuestra

casa común, de seguro ya has intentado los retos de cero plásticos y no lo has logrado, ya que, a

pesar de su gran contaminación, se debe reconocer que el plástico ha permitido la inocuidad en

los alimentos, el transporte, la preservación de alimentos y la prevención de infecciones en el

área de salud, etc.

 

Mi recomendación, es empezar a vivir una conversión ecológica en donde te puedes hacer la

pregunta: ¿De dónde vienen las cosas que consumo?, hazte esta pregunta según tus

condiciones de vida, ejemplo, esta leche ¿me es posible comprársela a un productor local? o

¿Cómo es mi patrón de consumo? y, ¿Realmente necesito esta camisa?

 

Luego, cuando te sientas listo preguntante también: ¿Hacia dónde van las cosas que consumo?,

ese plástico que inevitablemente utilice, en vez de botarlo en la basura común lo puedo poner

en la bandeja de reciclaje, y así puedes ir evaluando tu vida y, continuar haciendo tu examen

ecológico con las preguntas que he venido planteando, así que lo siento si esperabas esa lista

mágica de reglas y cosas que debes de hacer o dejar de hacer, pero para generar verdadero

cambio de hábitos, debemos de evaluar nuestra vida para vivir desde la perspectiva de la Fe ya

que no podemos ser esclavos de las cosas o de la misma naturaleza.

Finalmente, te dejo la siguiente oración:

Oración por nuestra tierra del papa Francisco

Dios omnipotente,

que estás presente en todo el universo

y en la más pequeña de tus criaturas,

Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,

derrama en nosotros la fuerza de tu amor

para que cuidemos la vida y la belleza.

Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas

sin dañar a nadie.

Dios de los pobres,

ayúdanos a rescatar

a los abandonados y olvidados de esta tierra

que tanto valen a tus ojos.

Sana nuestras vidas,

para que seamos protectores del mundo

y no depredadores,

para que sembremos hermosura

y no contaminación y destrucción.

Toca los corazones

de los que buscan sólo beneficios

a costa de los pobres y de la tierra.

Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,

a contemplar admirados,

a reconocer que estamos profundamente unidos

con todas las criaturas

en nuestro camino hacia tu luz infinita.

Gracias porque estás con nosotros todos los días.

Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha

por la justicia, el amor y la paz.

Denisse María Benítez Nassar

Fuentes:

The Hidden Life of trees, Peter Wohlleben

Carta Encíclica Laudato si

https://www.youtube.com/watch?v=Rps9bs85BII Documental La carta

https://laudatosimovement.org/es/news/que-es-una-conversion-ecologica-es-

news/#:~:text=Es%20un%20proceso%20de%20reconocimiento,y%20renovando%20nuestra%20ca

sa%20com%C3%BAn.%C2%BB&text=La%20conversi%C3%B3n%20ecol%C3%B3gica%20fue%20utili

zada,17%20de%20enero%20de%202001.

Examen Ecológico: https://laudatosimovement.org/es/download/examen-ecologico/